Jamón Ibérico Fuera de Norma Monte Dorado
Rango de precios: desde 185,00€ hasta 205,00€
El Jamón Fuera de Norma Monte Dorado es uno de los secretos mejor guardados de nuestra marca. Procedente de cerdos criados en libertad y alimentados con bellotas, estas piezas no entran dentro de la certificación oficial del ibérico por razones técnicas, pero su calidad y sabor rivalizan —y en muchos casos superan— a los jamones etiquetados como bellota.
Con una curación prolongada de entre 30 y 42 meses, este jamón ofrece una experiencia sensorial potente, rotunda, con toda la riqueza de una pieza de bellota, a un precio mucho más competitivo.
Su carne, intensamente roja, se entremezcla con vetas de grasa fundente que aportan profundidad y carácter. El aroma es embriagador, con notas de curación lenta, tierra seca y frutos del bosque. En boca, es intenso, persistente, con un sabor que permanece largo rato en el paladar.
Una joya inesperada, para conocedores que buscan lo auténtico más allá de las etiquetas.
Jamón fuera de norma: el secreto mejor guardado del ibérico
El jamón fuera de norma Monte Dorado es un producto singular, muy buscado por conocedores y amantes del ibérico. Proviene de cerdos criados en libertad y alimentados con bellotas, pero que por no cumplir alguno de los requisitos estrictos de la norma del ibérico, se comercializa sin etiqueta oficial.
Y sin embargo, su calidad rivaliza —e incluso supera— a muchos jamones etiquetados como bellota. Curado entre 30 y 42 meses, ofrece una experiencia intensa, madura, auténtica.
¿Por qué elegir un jamón fuera de norma?
Sabor profundo, con intensidad bellotera
Precio más accesible que el de bellota certificado
Ideal para entendidos que saben lo que buscan
Textura melosa, aroma a campo y madera, retrogusto largo
Este jamón se ha convertido en una tendencia entre quienes desean comprar jamón ibérico de bellota barato, sin renunciar al sabor ni al carácter.
Es un tesoro escondido. Una pieza para quien valora la sustancia, no la etiqueta.
Nada se acelera en Monte Dorado. Los jamones se curan en secaderos naturales durante entre 18 y 48 meses, según su categoría, su morfología y su carácter. La temperatura, la humedad y el silencio trabajan en armonía con la experiencia de nuestros maestros jamoneros. No hay prisa, porque la prisa no forma parte de lo auténtico.
Durante esos meses, el jamón se transforma lentamente. La grasa se funde, la carne se asienta, los aromas se afinan. Es un proceso íntimo, ancestral, donde el tiempo es el verdadero ingrediente secreto.
Descubre toda nuestra gama de productos
