Los embutidos ibéricos Monte Dorado son la prolongación natural de nuestra filosofía: respeto por el origen, excelencia en la materia prima y fidelidad absoluta al proceso artesanal. Elaborados a partir de carnes seleccionadas de cerdos ibéricos —muchos de ellos alimentados con bellotas—, nuestros embutidos no solo satisfacen el paladar: lo emocionan.
Tradición, fuego lento y verdad
Cada pieza es elaborada siguiendo recetas tradicionales transmitidas durante generaciones. Utilizamos magros nobles, adobos naturales, curación lenta y un entorno que favorece el desarrollo de aromas profundos y elegantes. Aquí no hay prisas, ni procesos industriales, ni artificios. Solo paciencia, artesanía y buen gusto.
En nuestras bodegas, el lomo reposa lentamente hasta alcanzar su punto óptimo. El chorizo y el salchichón se secan al aire limpio del sur, liberando notas especiadas, dulces, intensas. Todo en ellos recuerda a la cocina de antes, la que no necesitaba más que buenas manos y tiempo.
Sabores que narran una tierra
Los embutidos Monte Dorado no son solo un complemento: son una experiencia en sí misma. En una tabla, en un regalo, o en el aperitivo más sencillo, se convierten en protagonistas.
El lomo ibérico de bellota, con su textura firme y elegante.
El chorizo ibérico, sabroso, cálido, lleno de matices.
El salchichón ibérico, equilibrado, suave, y profundamente adictivo.
Cada bocado lleva consigo el alma de nuestra tierra: su aroma, su carácter, su historia.